¿Eres de las que rechaza lo que se ha asociado a las mujeres y lo femenino para demostrar que podemos ser iguales a cualquier otra persona y a los hombres? ¿O te has visto comportándote de maneras etiquetadas como femeninas que realmente no te resuenan?
Desde hace ya demasiado tiempo, en mi opinión, el patriarcado ha definido los roles de género, en base a los órganos sexuales con los que nacemos: hombre o mujer, y excluyendo a su vez, cualquier otra posibilidad como la intersexualidad.
Esta definición crea una identidad y un ideal de identidad al que la sociedad, la familia, la escuela e incluso nosotrxs mismxs, nos empuja a llegar. Además a esas identidades se les otorga un significado y una valoración. Por eso, todo lo que tiene que ver con la mujer se ha desvalorizado: el cuidado, la crianza, la maternidad, el cariño, las emociones, la menstruación…
Todo esto nos ha hecho olvidar quienes somos realmente, desconectarnos completamente de nuestro cuerpo y nuestros ciclos naturales con el objetivo de obtener el control sobre nuestros cuerpos y comportamientos… con el objetivo de homogeneizarnos, perdiendo nuestras diferencias y lo que nos hace unicxs, perdiendo el sentido y derecho de pertenencia a una tribu si no cedemos a perdernos a nosotrxs mismxs.
Hace no tantos años, las mujeres eran quemadas en la hoguera acusadas de brujería por conocer los secretos de su cuerpo, de sus ciclos, de la naturaleza, y de vivir acorde a sus necesidades y potencialidades, e intentar vivir fuera del sistema que se estaba creando e imponiendo. Un sistema basado en el odio, la violencia, la esclavitud… y no en el AMOR.
REsignificar el femenino, para mí, pasa por volver a recordar quienes somos, volver a conectar con el amor, con nuestro interior y desconectar un poco de lo externo, de tanto ruido que no nos deja realmente escuchar la llamada de la Madre Tierra para que volvamos a casa, la llamada de nuestra alma para que volvamos a nosotrxs mismxs y vivamos nuestra verdad desde el AMOR.
Las mujeres tenemos en nuestro ciclo y cuerpo femenino esa posibilidad. Yo os invito a que comencemos a observar y escuchar a nuestro cuerpo físico, que es la puerta de entrada y conexión hacia nuestro interior. Que observemos la duración de nuestro ciclo mensual, los diferentes estados de ánimo que transitamos en un mismo ciclo, en una misma semana, en un mismo día! Y que esa observación la hagamos desde el amor, intentando no juzgarnos, no compararnos… simplemente aprender teniendo nuestro cuerpo como “libro” de estudio.
Es un camino lento de observación y paciencia, que sin embargo, nos trae la sabiduría y las claves para REsignificar NUESTRO femenino, no porque alguien externo me diga que tengo que hacerlo y cuál es ese nuevo significado que tengo que darle al femenino… sino porque lo encontremos en nosotras mismas: lo observemos, lo experimentemos, lo sintamos, lo abracemos, lo valoremos , lo VALIDEMOS y NOS AMEMOS.
El cambio se da de dentro hacia afuera, y si nosotras lo hacemos con nosotras mismas, se podrá ir reflejando también en el exterior… si nosotras VALIDAMOS, por ejemplo, la necesidad de descanso durante la menstruación como algo necesario y positivo y no como signo de debilidad, será posible que otrxs lo validen también. Si nosotras AMAMOS nuestro cuerpo, su magia, sus secretos, sus incomodidades, otrxs lo podrán hacer también…
Os propongo otra forma más, de seguir haciendo la REVOLUNCIÓN FEMENINA DESDE EL AMOR.
¿Cómo estás REsignificando tu femenino?